Escucha

Cocoon habita sobre un transitado puente peatonal que cruza  el río Mixcoac, uno de los últimos ríos vivos de la ciudad antes de desembocar en una presa al poniente de la Ciudad de México. 

Lavadoras, hornos, sillones, bolsas, latas, botellas, coches viajan por este afluente. La gente, al ver este basurero flotante cree que es el lugar que le corresponde a la basura; es al río al que ceden su responsabilidad. El río se encarga de desaparecerla,  aunque casi siempre atrapa un rastro y, al final, deposita todo en la presa, lejos de su vista, pero con una indiscreta huella de hedor.

La forma de la pieza sirve para que el río, ahora gris, enfermo y lleno de basura, recupere su predominio y la comunidad sienta su presencia nuevamente. El sonido rebota en las paredes de la estructura y aumenta el tiempo de reverberación, creando una experiencia sonora que impacta a quienes la atraviesan.

Esta escultura, es un símbolo de metamorfosis. Invita a un cambio en la conciencia de las personas al entrar en la pieza y escuchar la voz del río, que ahora se manifiesta con toda su fuerza.

El arte es una herramienta con la que hablamos directamente a lo profundo de nuestra ser. Toca lo más transparente del alma.  Es ahí donde una persona puede cambiar, transformando una experiencia en voluntad y acción.

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